Todos los somos en algún momento. Todos hemos postergado algo que debíamos hacer, para hacer otra cosa que nos apetecía más en un momento concreto. Pero cuando esta manera de actuar se convierte en un hábito, puede suponer un problema y convertirse en una disfuncionalidad psicológica, afectando a la salud y a la calidad de vida de la persona que lo padece. La procrastinación se está comenzando a estudiar y a tratar en el ámbito clínico, ya que lo que se podía catalogar como pereza o falta de voluntad, no debe convertirse en una etiqueta que limite y no deje opción al cambio. Realmente cuando hablamos de un problema de procrastinación , hablamos de una dificultad en la gestión del tiempo y un dialogo interno engañoso, donde se manipulan las prioridades y se cometen errores como la sobreestimación o subestimación del tiempo y las capacidades. El autoengaño, es algo muy común de los procrastinadores, pero el origen o la razón por la que se instalan esta tipo de conductas
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