Tener la
suficiente sensibilidad como para notar una caricia, nos ayuda a sentir el
afecto de los demás y nos permite disfrutar del contacto físico.
¿ Pero qué
ocurriría, si al tocarnos levemente, nos produjeran daño o nos levantaran la
piel con un simple roce?
A muchas
personas eso les ocurre a nivel emocional.
Un exceso de
sensibilidad puede ser una fuente de malestar para muchas personas, que se
escudan en que son muy sensibles y que por ello sufren más que los demás.
La
hipersensibilidad es una patología, nadie se puede conformar con ser así sin
poner remedio.
Si sospechas
que puedes estar en este grupo de personas, comienza a pensar que algo debes
hacer, para dejar de tener " la piel emocional" en "carne
viva".
Algunas características de los hipersensibles son las siguientes:
- Exceso de empatía que les hace ponerse siempre en el lugar del otro, asumiendo como propias todas las emociones ajenas. Se dejan llevar por las situaciones que otros viven, y no se protegen a ellos mismos. Para entender esto, os traigo una fábula que explica perfectamente esta situación a la que se exponen los que su empatía se convierte en un problema.
"Iba un monje caminando por el bosque, cuando vio a una tigresa
que había dado a luz a cinco cachorros. La tigresa se encontraba hambrienta y
apenas podía moverse. Los cachorros intentaban desesperadamente mamar, para
salvar sus vidas, pero el animal se encontraba tan débil, que no podía
ofrecerles nada de sustento.
El monje que contemplaba
la escena no lo pensó dos veces, y decidió dejarse devorar por la tigresa, para
que esta se recuperara con su propio cuerpo, y consiguiera salvarse ella y a sus
cachorros".
¿Es esto ayudar?.
- Son personas con dificultades en habilidades sociales, ya que la relación con los demás supone un continuo estado de alerta, del que deben protegerse constantemente. Están hipervigilantes a las señales de los demás, por la necesidad de aprobación, sacando en muchas ocasiones, conclusiones erróneas ante cualquier gesto o comentario de los otros.
- Susceptibles por naturaleza, responden exageradamente a estímulos externos, identifican la conducta de los demás como consecuencia a algo personal. Siempre se responsabilizan de lo que les ocurre a ellos, pero lo que es aún peor, de lo que les pasa a los de su entorno.
- Baja autoestima y necesidad continua de aprobación por una inseguridad que provocará una dependencia absoluta de los demás.
Las Personas Altamente Sensibles (PAS), deberían entender que
esta característica, puede ser modificada, para llevar una vida más plena y
satisfactoria.
Muchos de los hipersensibles, pueden buscar alivio en otro tipo
de conductas, como las drogas o el alcohol, o incluso conductas disfuncionales
con la comida, como medio para anestesiar el exceso de percepción y dolor
causado por ese exceso de sensibilidad.
Con paciencia
y confianza en los demás se puede ir superando este aspecto tan dañino en
nuestra persona.
Ahí van
algunos consejos:
- Practicar la flexibilidad, no todo es blanco o negro.
- Evitar hacer "lectura de mente", esto es creer que podemos adivinar lo que piensan los demás. Como si los demás pensaran como nosotros lo hacemos.
- Tener o buscar diferentes perspectivas de una misma situación. Hay veces que dejando pasar un poco de tiempo, simplemente, las cosas se ven de otra manera.
- Valorar la conducta de los demás como conducta independiente a nosotros. Los demás no actúan como consecuencia a nuestros actos, sino de manera individual.
Siendo sensibles, se siente.
Siendo hipersensibles, se sufre.
Siendo hipersensibles, se sufre.
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