Nuestra sociedad actual, nos contagia del devastador sentimiento de poseer más y más cada vez y hacerlo a su vez de manera rápida y eficiente. No parece que se pueda vivir en paz: La preocupación excesiva por el futuro, la necesidad de reconocimiento social, la lucha por la igualdad y un largo etcétera nos coloca desde pequeños en la pole position de una carrera sin tregua ni aliados. El mejor será el que vaya más rápido y el que consiga más puntos, igual a grados de estrés elevadísimos, que más tarde o más pronto, nos pasarán factura sin duda. Es difícil, ser consciente de esta lucha en la que nos encontramos desde niños, y más difícil aún, salir de ella. Pero empezar a disfrutar un poco de la vida actual, de la que estamos viviendo ahora, en este instante, no de la que queremos vivir dentro de cinco años, no sería un mal comienzo. Podemos encontrar la serenidad, debemos potenciarla, cuidarla. Volvamos a ser sensibles a las pequeñas y maravillosas cosas que un día, una hora
Vacunas para la mente. Cuidar nuestro equilibrio y protegernos para estar sanos emocionalmente.